Recientemente estuve impartiendo un taller sobre LinkedIn y sus posibles aplicaciones en el mundo de la salud, viendo cuáles son los beneficios que pueden obtener con su uso los profesionales que trabajan en el sector de la salud (y por extensión en cualquier sector profesional).
En una de las sobremesas comentaba con Mónica Moro los pormenores de la configuración que nos ofrece LinkedIn y veíamos algunas claves y estrategias que nos ayudan a optimizar el perfil al 100%. Una de estas claves tenía que ver con el Extracto, apartado exclusivo de LinkedIn respecto a otras redes sociales y muy importante a la hora de conseguir visibilidad con nuestro perfil.
Sobre esto mi idea difería un poco en cuanto al contenido de la que proponía Mónica, pues mientras yo seleccionaba un punto de vista más clásico con un extracto en 3 o 4 párrafos que creasen empatía en el lector, con un resumen en primera persona de nuestra experiencia, nuestras habilidades, nuestras responsabilidades y nuestros logros, y con la utilización concienzuda de keywords; ella elegía un extracto más moderno, directo y minimalista que llamase la atención por el atrevimiento y la originalidad.
2 puntos de vista sobre un mismo tema, pero que pretenden conseguir la misma finalidad por la que se recomienda escribir nuestro extracto y que se puede resumir en una frase:
«te gusta esto?, pues lee el resto de mi perfil!»
Veritas Est Ibi 